En esta época especialmente intensa para las organizaciones sanitarias, es más necesario que nunca proporcionar las herramientas más eficaces para garantizar la seguridad de los datos de los pacientes y la continuidad del servicio.

Los productos sanitarios desempeñan un papel fundamental a la hora de salvar vidas proporcionando soluciones técnicas sanitarias para el diagnóstico, prevención, seguimiento, diagnóstico y tratamiento de enfermedades. Los centros sanitarios tienen muchos productos sanitarios sujetos a largos periodos de amortización (a menudo más de 10 años). Como consecuencia, los sistemas actuales incorporan tecnologías al final de su vida útil que ya no reciben mantenimiento y se basan en sistemas operativos antiguos.

Los servicios y la comodidad ofrecidos a los pacientes también han sido un factor importante en la digitalización de la asistencia sanitaria. Los servicios técnicos (ascensores, aire acondicionado, flujos médicos, etc.) se han convertido en fuentes de vulnerabilidad que hay que proteger.